Él solo quería jugar como los demás perros que veía en el parque, pero estaba tan sucio que por mucho que moviese el rabo, la gente solo le decía: "¡largo de aquí, chucho!"
Ya nisiquiera podía recordar el nombre que un día le puso su joven dueño... Aquellos si que eran buenos tiempos... jugaba a todas horas, tenía comida rica en su plato... Ahora, mientras buscaba cobijo para pasar la noche, añoraba el calor de su mantita a los pies de la cama donde siempre dormía.
Ya nisiquiera podía recordar el nombre que un día le puso su joven dueño... Aquellos si que eran buenos tiempos... jugaba a todas horas, tenía comida rica en su plato... Ahora, mientras buscaba cobijo para pasar la noche, añoraba el calor de su mantita a los pies de la cama donde siempre dormía.
3 comentarios:
John me llevo a Chucho a casa, como a él mucha gente sin corazón deja a tantos chuchos perdidos , hermoso un besote !!
Hola John! me has tocado la fibra sensible con esta mascotita, que como él hay miles igual, tan tiernos y tan abandonados... Además tiene unos ojitos de "llevame para tu casa" que cualquiera que se lo encontrase no debería pensarselo. Un beso!
Uy! este tema me toca sobremanera. Tengo perritis aguda y por suerte mis perros también tienen mamitis-amitis. Aunque me duela, agradezco que toques estos temas y a ver si algún día podemos hacer algo por ellos de verdad. Un abrazo y gracias por visitarme.
AH! y me encantan los trazos de los buitres, cada vez me gustan más los trazos sueltos...
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