El hombre con una barba de abejas, la silla más grande, la bandera más larga... Por el mundo hay cosas curiosas, pero aquí en Valladolid tenemos a "Pequeño Dani".
Se cree que por allá, a finales de los 80, en un gran acto de
obedicencia (poco común en un niño de su edad) el pequeño Dani, al grito de su
madre de ¡Estáte quieto y no te muevas! se tumbó en su pequeña toalla
y permanece ahí inmóvil desde entonces.
Dicen las malas lenguas que entorno a él, se construyó la urbanización
en la que se le puede ver actualmente: "Fuente Berrocal".
Si pasáis por Valladolid no dudéis en visitar a
"Pequeño Dani"
Va por ti Dani.
Sabes que te queremos con todas tus peculiaridades.