lunes, 31 de marzo de 2014

"El sueño de un elefante"



        Todavía no lograba entender por qué debía obedecer a aquel estrafalario hombrecillo que día tras día le gritaba las mismas ordenes... "Si quisiera podría aplastarle con una sola de mis patas" - pensaba a veces.       
        Por las noches, cuando el ruido de las trompetas se silenciaba en su cabeza y el mordisco del látigo comenzaba a mitigarse sobre sus patas, Talco era libre. Nunca había salido de aquel circo, pero durante unas pocas horas, mientras dormía,  podía viajar hasta lugares increíbles y maravillosos...

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