Muy pronto, prácticamente coincidiendo con la
llegada de la Navidad, verá la luz un libro muy especial en el que tengo
la gran suerte de participar.
Amigos ilustradores y escritores regalan su arte para dar forma a este libro que sin duda será el regalo perfecto para estas Navidades.
Amigos ilustradores y escritores regalan su arte para dar forma a este libro que sin duda será el regalo perfecto para estas Navidades.
Esta es mi aportación
"La siesta"
escrito por Tomás Val
Y este el trocito de texto en el que me he basado:
Aquella tarde
le despertaron de la siesta las risas de los niños. El sueño de la noche
se interrumpe mansamente, como un manantial que se seca, se agota. Se
abren los ojos por la mañana como después de un viaje, un tren que entra
suavemente en la estación, pero las siestas veraniegas se interrumpen,
se rompen. Hay luz, calor; es posible que la vida se asuste ante ese
intempestivo sueño que se parece tanto a la muerte y haga lo posible por
detenerlo, por agitar al durmiente para que abra los ojos.
Despierta, despierta.
Se despertó Manuel en ese pozo vacío que son las tardes cuando se vuelve del sueño a empujones y por la ventana entornada entraban las risas de sus tres hijos.
Cristales, metal, agua que rueda, campanillo que da vueltas.
Abajo, en el jardín, los niños jugaban ajenos a la siesta, a la muerte, a la edad y su padre escuchaba sus risas desde la cama como si no fueran más que el eco de un sueño, un residuo del mundo del acababa de regresar.
No había nada en esa habitación: una cama, un armario, una silla, una ventana, un hombre...
Un hombre en un dormitorio.
Despierta, despierta.
Se despertó Manuel en ese pozo vacío que son las tardes cuando se vuelve del sueño a empujones y por la ventana entornada entraban las risas de sus tres hijos.
Cristales, metal, agua que rueda, campanillo que da vueltas.
Abajo, en el jardín, los niños jugaban ajenos a la siesta, a la muerte, a la edad y su padre escuchaba sus risas desde la cama como si no fueran más que el eco de un sueño, un residuo del mundo del acababa de regresar.
No había nada en esa habitación: una cama, un armario, una silla, una ventana, un hombre...
Un hombre en un dormitorio.
También podéis ver cosas sobre este tema en https://www.facebook.com/entrelapicesypinceles
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