Si hubiese un premio a la elegancia, ese sería para el cebrïno (la raya diplomática siempre queda muy bien, pero si además la mezclas con un esmoquin... ¡fetén!) Aunque si hubiese un premio a la torpeza, también sería para el cebrïno, ya que sus andares son torpes, debido al descompensado peso de su enorme cabeza. Pese a que mantiene el equilibrio con la cola y sus robustas patas, no es raro encontrarle dándose de bruces contra el suelo. Afortunadamente vive en la nieve, por lo que los "trompazos" no suelen causarle mayor daño que el ridículo de la caída. Por ello es conocido también como "caballo bobo".
Aunque puede nadar, no es muy amigo del agua ya que, evidentemente, su cabeza le supone un peso extra y le dificulta mucho el mantenerse a flote. Sólo se sumerge para buscar pequeños peces cerca de la orilla, de los que se alimenta.
En época de apareamiento emite un relincho muy característico (en tiempo de celo, puede cubrir a varias hembras a la vez. Si se dejan claro...) Anidan una vez por año y sólo las hembras cuidan de los pequeños cebrïnos. Hasta el primer año de vida, no son totalmente independientes. Nacen descubiertos de pelo.
Su mayor depredador es el oso polar.
Puede alcanzar el metro de altura y los 20/25 kg. de peso.
2 comentarios:
ohh x diosss es genial XD los 3 que llevas me encantan (sobre todo Ovejusa)!! jajaja espero q hayan muxos mas, yo los compraria por fasciculos jajajaja
mmmm... por fascículos eh? jeje. Me lo pensaré Mery :o) Mery, gracias por la visita y por el comentario. Un beso.
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